La Citadelle forma parte del “turismo de descubrimiento de una isla/ dos países”

En el pasado Discover POP celebrado en Puerto Plata,  Denise Reyes, presidente de D.S. Voyages presentó como parte del acercamiento turístico y cultural entre República Dominicana y Haití y que además ha sido impulsado por la ministra de turismo hatiana Stephanie Villedrouin, el tour: «turismo de descubrimiento de una isla / dos países

Como parte del atractivo de este tour, se presenta  un fin de semana, para conocer La Citadelle en Haití, monumento histórico de principios del siglo XIX.

El tour se inicia los viernes, con la salida hacia Montecristi, localidad cercana a la frontera con Haití. Allí habrá un city tour que incluye una visita al famoso Morro. Al atardecer es la partida a Dajabón, donde se pernoctará.

Al día siguiente, se parte hacia la frontera con Haití, para cumplir con las formalidades de inmigración para entrar al vecino país. Después de cruzar la frontera, el tour sale en dirección a Milot, un pueblo a los pies de La Citadelle. En Milot se visita las ruinas del Palacio de Sans Soucí, diseñado y construido por el rey Henri Christophe, tomando como modelo el palacio de Frederick de Postdam, en Prusia. Según el programa de la gira, en Milot también hay un pequeño mercado de artesanías típicas haitianas, «donde se puede adquirir auténticas piezas de arte haitiano». De ahí se viaja a la La Citadelle, también diseñada y construida por Henri Christophe, situada en la cima de una colina de 3000 pies de altura, y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Esa grandiosa estructura de piedra fue construida por 20,000 trabajadores entre los años 1805 y 1820, ordenada por Henri Christophe, como parte de un sistema de fortificaciones diseñado para mantener a la nueva nación independiente de Haití segura ante algún nuevo ataque por parte de Francia. Cuentan las anécdotas que desde la fortaleza se puede divisar la isla de Cuba en un día claro. Aún se conservan las bolas de los cañones apiladas en la fortaleza.

El acceso se hace parcialmente en vehículo, y luego a pie o a lomo de mula. Después de la visita, la invitación es para un almuerzo al estilo haitiano en un restaurante típico localizado en un centro cultural llamado Lakou Lakay. Al final también habrá una pequeña muestra del folklor local. Después de un descanso, se realiza el viaje de regreso.

Este recorrido impulsa a desarrollar un circuito turístico que por igual se complementará con rutas hacia República Dominicana, con lo que fortalecerá los lazos culturales y turísticos entre los dos países que comparten una isla.