«Oferta de recursos humanos calificados está muy por debajo de la demanda del sector hotelero»

El crecimiento del sector hotelero y restaurantero en República Dominicana en la última década ha sido “meteórico” y ha hecho que la oferta de recursos humanos calificados se encuentre “muy por debajo” de la demanda, según indicó Juan Febles, director comercial de la Fundación Sabores Dominicanos.

«En la actualidad, la hostelería demanda todo tipo de puestos: stewards, expertos en control de costos e inventarios, cajeros, baristas, camareros, hostess, sommeliers, bartenders, mixólogos, auxiliares de cocineros, gerentes y chefs. Pero la deficiencia más grande está en los mandos medios, en los puestos de supervisión y gestión», dijo.

Aunque admite que se deben formar nuevos talentos que se adapten a los requerimientos del sector, aclara que “el gran problema de rotación del personal” en la hostelería, que no es exclusivo de República Dominicana, obedece a múltiples causas y no puede abordarse exclusivamente desde el punto de vista de la capacitación.

Las condiciones laborales, la calidad del empleo, la falta de conexión entre empleadores y escuelas culinarias, el pobre nivel educativo del país y la fuga de talentos se encuentran entre los factores que, de acuerdo con Febles, intervienen en el problema.

El tema de las condiciones laborales puede parecer contradictorio, sobre todo si se compara el nivel técnico del personal con los ingresos que perciben y si se toma en cuenta que muchos establecimientos contratan personal que carece del conocimiento necesario y lo entrenan hasta que desarrollen las habilidades y destrezas requeridas.

No obstante, Febles señala que en ocasiones se pierde de vista el factor humano enuna industria de por sí estresante, con largas jornadas laborales, trabajo en días feriados y, en ocasiones, varios horarios o tandas, según Listín Diario.

En ese contexto -añade-, algunos empleadores descuidan la importancia del clima laboral para no perder a los buenos talentos que llegan a sus empresas y no hacen esfuerzo alguno por crear condiciones dignas para el trabajo.

“Claro está, no estoy hablando de todo el sector, ya que existen establecimientos que por años vienen creando condiciones para el trabajo digno y pago justo”, puntualizó.

Al tiempo, Febles considera que se debe seguir mejorando en ese aspecto para atraer más y mejores talentos.

Además, el también presidente y cofundador de la academia A&B Masters no exonera de responsabilidad a los encargados de la preparación del recurso humano y asegura que se necesita mucha más inversión en una formación de calidad.

“El Infotep y las academias privadas están haciendo su aporte, pero es evidente que no es suficiente y hay mucho por hacer”, explicó.

La inversión en la formación de un cocinero resulta costosa, y eso la hace accesible solo a personas de clase media alta y alta, quienes invierten en este tipo de cursos para emprender o para obtener una certificación que les permita viajar y trabajar en otro país.

“Parte de los nacionales que pagan su curso con mucho sacrificio, a veces con crédito educativo, se encuentran con la triste realidad de sueldos bajos o restaurantes que no cumplen con sus expectativas de crecimiento y, por tanto, se frustran y cambian de carrera”, aseveró.

Ahora, el reto consiste en lograr una alianza entre el sector empleador, el Infotep y los institutos privados de formación para desarrollar estrategias para formar el personal con el perfil esperado y que se faciliten las instalaciones para que estos realicen sus pasantías y puedan desarrollar las destrezas necesarias para el empleo.

El bajo nivel académico promedio del país también repercute de forma negativa en los negocios de alimentos y bebidas, ya que hace más difícil entrenar al personal de cocina y servicio para que responda a las expectativas de los comensales.

En tanto que la fuga de talentos a otros países (en busca de mejores salarios) hace que los restauranteros locales se queden sin empleados a cuyo entrenamiento se ha dedicado años. Este personal es apetecido tanto en el sector de los cruceros como en el resto del Caribe, en España y Estados Unidos.