Un golpe bajo a la imagen de RD

“Un golpe bajo” es el mejor calificativo que puede tener lo que ha sucedido esta semana con un grupo de vacacionistas dominicanos en la isla Antigua. Los visitantes locales habían llegado a la referida isla como parte de su tour en un crucero de Pullmantur, cuando se disponían a recorrer ese territorio, como lo habían hecho con otros destinos dentro del itinerario de la naviera, vaya sorpresa, no pueden entrar.

La justificación para esa decisión que no significó tan solo un atropello para los cruceristas dominicanos que vivieron ese trago amargo, sino también para la imagen internacional de República Dominicana, fue que otros dominicanos anteriormente se habían quedado de forma ilegal en esa isla. Es decir, se le aplicó el burdo método de que “por uno pagan todos”.

Lo peor de todo es que no hubo, al menos de conocimiento público, ningún interés de las autoridades en Antigua ni en RD por buscarle una salida a ese desagradable episodio. ¡Caramba que alto sentido de humanidad y hospitalidad tienen nuestros vecinos caribeños! Nadie quisiera estar en los zapatos de esos dominicanos a quienes sencillamente les impidieron llevarse una experiencia grata de sus vacaciones, tras tiempo de planificación, y en muchos casos un gran sacrificio económico.

No sé de quienes estoy más decepcionado, si de las autoridades de exteriores de República Dominicana o de nuestros mezquinos vecinos.

Pero además, por qué no se previó si se necesitaría alguna documentación en específico para entrar a isla Antigua o ¿será que se trató de una medida antojadiza? Respuestas es lo menos que se debe dar a la sociedad dominicana en este lamentable suceso que envía una señal negativa a quienes con tanta ilusión programan vacacionar en la región a bordo de un crucero.