Advertencia turística del presidente Medina

El olvido al cual las autoridades gubernamentales y municipales han sometido a La Altagracia, provincia que alberga dentro de su límite territorial a Punta Cana y Bávaro, ha provocado que en las últimas semanas esa importante zona del país sea escenario de violentas protestas en demanda de obras sociales para la comunidad.

El deterioro de sus calles y la paralización desde hace varios años de su acueducto fueron parte de las problemáticas que generaron las protestas, las cuales culminaron con la muerte de un ciudadano y varios heridos, obligando al presidente Danilo Medina a trasladarse al lugar.

Ahora bien, aunque es un derecho consagrado en la Constitución del país, los reclamantes deben tener en cuenta que residen en una ciudad turística y que una mala imagen del destino les afectará directamente a quienes se benefician de los hoteles de la zona. La violencia y turismo no caminan de la mano.

Existen otros métodos de lucha más pacíficos para reclamar las obras, que son necesarias para beneficio de los ciudadanos y turistas, sin que necesariamente se ponga en juego la principal actividad económica de la provincia y del país.

La advertencia hecha por el presidente de que las manifestaciones violentas pudieran provocar una situación parecida a la sufrida por Puerto Plata es buena y válida, pero también, las zonas turísticas deben recibir de manos del Estado la atención necesaria para contar con mejor calidad de vida.