Caos en plena capital

Suena a canción e incluso al título de una película, pero no es así, es la triste realidad que se vivió (por no decir que siempre se vive), este martes en la capital dominicana con el tema del tranque con el transporte urbano.

Conocemos los esfuerzos que hacen las autoridades por aumentar la cantidad de turistas que llegan al país, lograr la satisfacción de ellos durante su visita garantizando con ello su retorno, también conocemos las propuestas para diversificar la oferta mas allá de sol y playa, pero…

Aunque no lo veamos así en su momento, esto afecta gravemente la imagen del país, por eso hemos hablado también de la necesidad urgente de organizar el tránsito local, regularlo en todos sus aspectos con un sentido de «para ayer es tarde», en especial en la capital dominicana donde ayer se vivió una situación deprimente para el ciudadano local, imagínese la repercusión en la imagen que deja al turista extranjero.

Santo Domingo se está vendiendo como destino de turismo de compras y turismo histórico o cultural, para ello se remoza la Ciudad Colonial y se aprovechan las grandes plazas comerciales con las más afamadas marcas mundiales, sin embargo, situaciones como esta afecta por mucho la oportunidad de diversificación de la oferta turística local, nadie paga por pasar trabajo,  malos ratos y perder tiempo.

Para lograr los objetivos planteados por y para el turismo en el país, es necesario que todos los organismos de rigor se unan y propongan soluciones que abarquen todo cuanto pueda afectar la imagen del país y el bienestar de los turistas que recibimos.

Esto debería ser prioridad, por encima de cualquier otra cosa, para que lo que se oferte y promueva fuera del país, vaya de acuerdo y en plena coherencia con el producto final.