Turismo sexual

Para nadie es un secreto que diversos destinos turísticos y no solo del Caribe, cuentan con un elemento que se ha filtrado de manera tal que es prácticamente normal, se trata del “turismo sexual”  un tema que es casi tabú en la sociedad pero que está presente permanentemente.

En ocasiones, el tema es abordado cuando afecta la imagen de un destino y especialmente cuando tiene grandes competidores que a la final ofrecen el mismo producto pero que no son el objetivo a perjudicar.

El Ministerio de Turismo de la República Dominicana junto a la Unicef han dado un paso importante en el cual han acordado combatir la explotación sexual infantil.

Es un gran paso para la entidad que rige las políticas del turismo dominicano, sin embargo el problema es de fondo, de educación, es un tema social muy arraigado en la mente criminal si se quiere decir de muchas personas que ven esta práctica como algo normal.

Para nadie es un secreto que en ocasiones al turista, y me refiero en diversos destinos del mundo, lo primero que se le plantea como tema, por parte de un taxista, guía turístico, botones de un hotel o un vendedor de algún establecimiento turístico, es si está interesado en buscar una pareja para pasar un buen momento. Lo que se deduce inmediatamente a la prostitución.

Lamentablemente muchos países no cuentan con los recursos necesarios para combatir esta cultura popular que se mezcla con el atractivo cultural, paisajístico, gastronómico, etc. de una destino.

El Ministerio de Turismo de la República Dominicana se debe emplear a fondo junto con diversas entidades para combatir no solo el abuso y explotación sexual infantil, debe combatir esa imagen que muchos turistas tienen en mente por el efecto de la “publicidad del boca a boca” que el país es un destino para el turismo sexual.

Es una buena oportunidad que tienen en sus manos y si saben jugar las fichas estratégicamente, podrán combatir este flagelo de la sociedad en general, que no discrimina razas, clases sociales o religión.