Línea aérea dominicana

Como si no fuera suficiente con el gran problema que se ha desatado en la República Dominicana con el proyecto de una reforma fiscal que afectará directa e indirectamente al sector turístico, ahora el gobierno dominicano se muestra interesado en retomar la idea de poseer una línea aérea bandera nacional.

Desde arecoa.com hemos hecho desde hace unos meses un feedback con los expertos en el sector desde empresarios con una larga data hasta funcionarios públicos, quienes han expresado puntos bastantes interesantes de estudiar, toda vez que, se contradicen unos con otros, pero siempre respetables sus opiniones.

Probablemente el gran inconveniente con el que se puede encontrar el mismo gobierno es el proyecto de reforma fiscal que está por presentar al Congreso Nacional, empezando por la tributación a los combustibles y el alza en el ITEBIS (por la compra de pasajes cuando se de-si es que se da- el caso).

Otros inconvenientes lo constituyen la fuerte competencia en los precios de los tickets aéreos, frecuencias, y cantidad de aeronaves con las que ya operan diversas líneas aéreas a los dos destinos que se han planteado iniciar, cuando el hipotético proyecto pudiese tomar vida.

Lo interesante del caso es que, quien se ha acercado al gobierno para desarrollar esta idea y estimularle a que lo tome en cuenta, es un empresario que ha afrontado una serie de problemas en España con la aerolínea que conforma parte de su conglomerado.

Juan José Hidalgo, presidente del Grupo Globalia, se asoma como el gran mesías para que este proyecto sea una realidad.

Creo que lo que debe tomar en consideración ante todo el gobierno antes de embarcarse como socio minoritario para desarrollar una “aerolínea bandera nacional” es tomar la situación por la que Air Europa ha tenido que afrontar en España y algunos destinos del Caribe, incluyendo la República Dominicana, donde ha tenido que disminuir las frecuencias, tal y como publicó arecoa.com en fecha del 26 de junio en el cual se hacia el conocimiento de la disminución de sus vuelos Barcelona-Santo Domingo por una baja en la demanda, así como algunos eventos de huelga por parte de sus pilotos hace unos meses.

Ya la República Dominicana ha tenido que afrontar la desaparición de sus anteriores líneas aéreas que eran en un tiempo orgullo nacional.

Cabe preguntarse si esa sociedad 70-30 con el Grupo Globalia y otros inversores, si es que aparecen, da el verdadero status de “línea aérea bandera nacional”.

Muchos son los problemas económicos por los que atraviesa el país caribeño, como para que se sume uno más con un tema tan delicado por su historial y por los antecedentes de quien se supone podría ser su accionista mayoritario.