Recreación y cultura

Ideada por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la iniciativa de las Rutas y Andares regresó este año con renovadas ofertas veraniegas para la familia cubana, sabedora que detrás de estas acciones hay recreación con cultura.

Con más de un decenio de creado, este movimiento ha propuesto hasta fines del mes en curso, nuevos programas para promover el patrimonio citadino y aportarle a todos los interesados momentos de enriquecimiento espiritual, en contacto directo con los sobrados avales que hacen del Centro Histórico de La Habana Vieja y sus alrededores un atractivo sin igual.

Devenidos ya una necesidad cultural de la sociedad, tales periplos por esa área y más allá de sus lindes resultan muy demandados por los de la Isla de las más disímiles edades, todos conquistados por las diversas formas de admirar los muchos atributos de esos dominios, declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad a principios de los años 80 del pasado siglo. En grupos se mueven por esos lares multitudes de personas, procedentes del patio y también los viajeros del mundo que no se pierden esta oportunidad.

Acercar a las personas a su arquitectura e historia mediante la invitación a desandar caminos para develar antiguos pasajes, la posibilidad de descubrir los secretos que guardan las calles habaneras, y encuentros donde se combinan tradición y modernidad, cultura y conocimiento, son algunas de las opciones para la etapa veraniega de este caluroso 2012. Tan creativa experiencia regresó esta vez con sus habituales visitas a museos y recorridos por el entorno.

Los andantes y ruteros también aprecian los trabajos de conservación y restauración de un cuadro, un libro, una locomotora o un edificio, según fuentes de la referida Oficina. La familia y los amigos pueden compartir juntos la aventura de desentrañar los enigmas de la zona más añeja de la urbe, en un plan que propone en cada ocasión nuevas posibilidades asomarnos otra vez a las peculiaridades arquitectónicas de un perímetro en constante transformación y con muchas leyendas atrapadas entre sus vetustos muros.

Con más de 30 talleres para niños y adolescentes, y las tradicionales visitas a sitios históricos, Rutas y Andares sigue ganando en la ampliación de su espectro y con más seguidores, y sumerge a la antiquísima urbe bajo una especie de exploración gigante donde la familia cubana lleva ‘lupa en mano’, al decir de un colega. Este año los involucrados han podido optar por tres recorridos especiales, el martiano, romántico y el de arte contemporáneo, donde se ha instituido un sistema que hace más interactivo el paseo y viabiliza la interrelación del espectador con la historia contada por la arquitectura.

Pero es innegable que entre los más llamativos paseos por la localidad citadina, sobresale la Ruta por el Museo de la Ciudad, donde se estableció un servicio de audioguías con el apoyo de la información grabada sobre las galerías y salas de exposiciones permanentes, y de algunas de sus piezas más relevantes.

Sin lugar a dudas, esta ha sido una iniciativa que llegó para quedarse y enriquecerse en cada nueva presentación y sumar a las bondades de tan selecta zona, un valor agregado más: el incentivo de ampliar el intelecto humano. Con Rutas y Andares, este del 2012 es un verano por y con más cultura, que los cubanos comparten de igual a igual con los turistas que, ávidos, tampoco faltan a esta cita con la siempre interesante Habana Vieja.