Grietas en el clan de los Hidalgo sacuden cimientos de Globalia

Como un gigante de cristal, así se percibe la imagen del grupo turístico español Globalia. ¿La razón? Las peleas familiares que han tenido lugar recientemente, y que serían la causa de la dimisión de dos líderes de alto nivel de Globalia: Pedro Serrahima y Antonio Hidalgo hijo, según adelanta preferente.com.

Aunque no son nuevas esas rebatiñas en la familia y que, por cierto, dista mucho de la armonía de otros notables grupos turísticos españoles con amplia presencia en el mercado dominicano, llama la atención que esta última fricción ha sido tan voraz que se ha llevado consigo a dos ejecutivos estrella, quizás cansados de la forma en que se están manejando las cosas en el Grupo que comanda Juan José Hidalgo.

La salida de Antonio Hidalgo hijo no debería pasar desapercibida para los observadores que siguen de cerca el acontecer del grupo turístico que más factura y que menos gana de todos los de España: es tan importante o más que la de Serrahima por cuanto pone en evidencia las diferencias entre los miembros del clan de los Hidalgo y enciende otra alerta en el Banco Santander.

Antonio Hidalgo junior no es un Hidalgo más dentro de Globalia, como lo puedan ser sus tíos Mario y Jesús: es el hijo del hermano con más acciones en el grupo después del presidente y alma mater, Juan José Hidalgo. AH hijo ejercía, además, de consejero en nombre de su padre después de que este sufriera un infarto.

No se va, por tanto, un ejecutivo cualquiera, un directivo con mando intermedio –como es el de director de compras– sino un miembro destacado del accionariado, un familiar que aún sin formar parte de la cúpula de Globalia tenía un papel relevante dentro del conglomerado de empresas que de la mano de su primo Javier intenta salir de una crisis que maquillan con viajes mediáticos y anuncios de inversiones irrealizables.

Conoce las fortalezas y debilidades del grupo y sobre su salida hay varias versiones, todas centradas en un primo político. Los ejecutivos que estuvieron en Globalia opinan, después de hablar todos muy bien de él, que su salida es muy llamativa. Aún más sorprendente es que haya coincidido en el tiempo con la del ejecutivo que iba a sacar a flote el grupo.

Las proporciones del sunami que se ha desatado en España hacen que la crisis también se siente en República Dominicana, donde el grupo Globalia tiene inversiones en cuatro importantes enclaves turísticos del país: Punta Cana, Puerto Plata, La Romana y Boca Chica.

Y no pudo suceder en peor momento, ya que la crisis podría resentir el liderazgo medio de los hoteles Be Live, así como su funcionamiento en momentos en que el negocio disfruta días de temporada alta por el verano.