Hoteles RIU forma a su personal en Dominicana contra la prostitución infantil

Los hoteles de la cadena RIU en República Dominicana fueron los seleccionados para iniciar con el plan de formación a los empleados de la cadena y taxistas asociados a los hoteles para implementar el código de conducta, para la protección de niños, niñas y adolescentes en actividades sexuales por turistas y viajeros en los siete hoteles de la cadena en el destino,

Más de 600 empleados y 40 taxistas que dan servicio en los hoteles de la cadena en la República Dominicana participaron en estas jornadas de capacitación que estuvieron a cargo de MAIS-Ecpat representante local del código de conducta en la República Dominicana y quienes han apoyado a RIU en este esfuerzo formativo que tiene como objetivo luchar contra la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en el turismo.

RIU ha escogido este país para arrancar el proyecto al que se adhirió en septiembre de 2012 y cumple así con el compromiso de formar al personal tanto en el país de origen como en el destino.

De acuerdo a la nota publicada por europapress.es la capacitación ofrecida por MAIS-Ecpat a los empleados de la cadena está apoyada por el Unicef en la República Dominicana con la colaboración en materiales de información de Ecpat Netherlands. A este esfuerzo en Punta Cana y Puerto Plata, se suma la formación de directivos que se ha realizado en España, México y República Dominicana durante el mes de mayo.

También se incorpora el módulo de Ecpat a la formación introductoria para nuevos empleados. La formación tiene como objetivo dar a conocer el código de conducta, sensibilizar a los empleados para implicarlos en la aplicación y formar específicamente a las personas de la plantilla que está en contacto directo con los clientes en un protocolo de actuación ante posibles casos.

La explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en el turismo es un problema creciente que requiere la intervención todos los agentes implicados. Más de 1,8 millones de menores de edad se ven obligados anualmente en todo el mundo a entrar en el mercado de la explotación sexual comercial por turistas y viajeros.