California prohíbe a Uber utilizar sus vehículos autónomos

Las autoridades del Estado de California ordenaron a Uber que paralice las pruebas de sus ‘taxis autónomos’ hasta que la compañía consiga un permiso oficial.

California reaccionó a la nueva  modalidad  horas después del debut de Uber en las calles de San Francisco a través de una carta, el director adjunto del Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) aseguró que es «ilegal emplear coches autónomos en vías públicas sin el permiso correspondiente».

Estas pruebas completaban una fase más en el desarrollo de un programa piloto que Uber inició en Pittsburg en septiembre. Según informa Asociated Press, el DMV concedió permisos a empresas para probar sus vehículos autónomos como Google, Tesla, Volkswagen, Mercedes-Benz, pero no a Uber.

Sin el permiso exigido, Uber ponía a rodar a sus vehículos sin conductor el miércoles. Una de las unidades cometió una infracción de tráfico al saltarse un semáforo que llevaba tres segundos en rojo mientras un peatón cruzaba.

El incidente fue registrado por un taxi con licencia de San Francisco, un colectivo que ha estado siempre en una guerra abierta con Uber.

Mientras que la compañía,  se defendió alegando que no necesita un permiso específico, porque sus vehículos no son «técnicamente vehículos autónomos», puesto que todavía llevan una persona en el asiento del conductor.

Esta diferencia, que algunos expertos tildan de meramente semántica, vino acompañada de otra justificación: «Todavía estamos al inicio del proyecto. Nuestros vehículos todavía no están listos para conducir sin que una persona los vigile».

Los vehículos de Uber cuentan con un chófer que va detrás del volante, para intervenir en caso de que fuera necesario. Además, un ingeniero de Uber viaja en el asiento de acompañante para controlar el programa. En San Francisco, Uber está realizando sus ensayos con el Volvo XC90. En la ciudad de  Pittsburg las pruebas se realizan con Ford Fusion (Mondeo en España).

Uber añadió que el elevado número de bicicletas de San Francisco, la mayor densidad de tráfico y la estrechez de los carriles en comparación con Pittsburg suponen algunos de los principales desafíos del programa de desarrollo en la ciudad californiana.

Este contratiempo surge en un contexto donde todavía no existe una legislación específica para la conducción autónoma. Se espera que el Congreso estadounidense realice un debate el próximo año al respecto de esta cuestión.