Rusia empezará a fabricar aviones canadienses Bombardier

Recientemente  el viceministro ruso de Industria y Comercio, Yuri Sliusar, confirmó la posibilidad de ensamblar en Rusia aviones Q400 de dos motores turbohélice. Por sus características técnicas, este aparato es apropiado para las condiciones rusas indica el presidente del Fondo “Socios de la Aviación Civil”, Oleg Smirnov.

Bombardier es un avión de medio alcance para vuelos locales. Sus características táctico-técnicas se reflejan perfectamente en su funcionamiento. Canadá es también un país septentrional y estas máquinas están muy bien adaptadas para su explotación a bajas temperaturas, durante nevadas y en casos de congelación. A todos los niveles se evidencia ahora un elevado interés por el restablecimiento de los vuelos regionales.

Los analistas destacan que la salida al mercado ruso y la implantación de cadenas de producción en el territorio ruso afianzan las posiciones de la compañía canadiense en Europa. De momento las partes no revelan los detalles de las negociaciones.

El Bombardier se adapta perfectamente a estas demandas. En efecto, el presidente ruso Vladímir Putin manifestó la necesidad de intensificar los vuelos regionales a principios de otoño. Pero para ello se requiere renovar cardinalmente el parque de las compañías aéreas regionales. El Sujói SuperJet 100 diseñado en Rusia es un aparato de alcance medio, inadecuado para los vuelos a distancias inferiores a mil quinientos kilómetros.

El proyecto regional ruso L-610 empezará a producirse en serie para 2015. La canadiense Bombardier ya vende sus aviones a Rusia. Pero precisamente su fabricación en este país favorecería la solución del problema. Se prevé que para Rusia se fabricarán veinte máquinas y las demás se enviarán a otros países. Según algunas filtraciones, podría tratarse no solo del ensamblaje, sino también de la producción de algunas de sus partes, aunque los negociadores por ahora, evitan revelar detalles.

La transacción sería un paso importante en el mercado nacional de transporte, señala el director del portal Avia.ru, Román Gusárov.  Según él, los contratos de fabricación pueden ser firmados ya en 2013: Las negociaciones se encuentran en su primera fase y pienso que se necesitará aún no poco tiempo para acordar las acciones conjuntas. Pero es muy probable que en el curso del año que viene se pueda firmar el primer contrato preliminar.

Si la transacción llega a concretarse, en el mercado ruso y en la nomenclatura de los aviones que se fabrican en Rusia aparecerá un nuevo tipo de avión turbohélice. En éste ámbito Sujói y Bombardier no tienen intereses antagónicos, sino, por el contrario, para estructurar de forma completa la nomenclatura de aviones para las compañías aéreas nacionales, la producción de estas compañías se complementará de manera lógica.

El avión canadiense costará unos ciento veinticinco millones de dólares. Hasta ahora fueron fabricados no más de mil ejemplares en diferentes modificaciones. El inicio de la producción en Rusia puede no solo bajar el costo de producción, sino también cimentar las posiciones de Bombardier en el mercado mundial, dice Román Gusárov: Los canadienses están sumamente interesados en Rusia. Es muy probable que se alcance un acuerdo sobre la fabricación de algunas piezas en Rusia, y, de por sí, afianzándose en este país, Bombardier podrá robustecer sus posiciones en el continente europeo.

En calidad de socio ruso ha sido escogida una compañía perteneciente al multimillonario ruso Oleg Deripaska. El socio estatal puede ser la Corporación Unida de Construcción Aeronáutica. Tampoco se excluye que la línea de crédito sea abierta por el banco ruso Vnesheconombank.