Turoperadores informales crean guerra de precios en zona turística de Bávaro

Los turoperadores son actualmente parte esencial de la industria turística. Del buen funcionamiento de estas empresas depende en gran medida el avance o estancamiento del producto turístico de un destino. Sin embargo, cuando estos turoperadores no están debidamente regulados, el daño que ocasionan al sector es también colosal.

De acuerdo con la presidenta de la Asociación Dominicana de Operadores de Turismo Receptivo (Opetur), Elizabeth Tovar, la mitad de la gente que opera en Bávaro como turoperador es ilegal. “Entran a los hoteles a piratear los clientes que traemos con mucho esfuerzo. Nos cuesta mucho trabajo y sacrificio porque nosotros vamos a las ferias, imprimimos folletos, les vendemos el país. Y después que los traemos nos encontramos con esos individuos que les aconsejan a esos extranjeros que no compren las excursiones con nosotros, dándoles el falso dato de que les resulta más costoso”.

Agrega Tovar que el peligro de que un turoperador no esté registrado se expresa, por ejemplo, cuando un turista extranjero o el que sea, tiene un evento inesperado, como un accidente, y la empresa que le ofreció el servicio no puede resarcir el daño. “Si no estás registrado con el Ministerio no sabes si el funcionamiento del vehículo anda bien o si el personal tiene el entrenamiento para una actividad como esa”, advierte la representante de Opetur.

“La competencia desleal que existe entre esos buscones, que operan sin ningún permiso ni condiciones hacen que  haya un descalabro dentro del país en cuanto a los precios”, precisó la también presidenta de Turenlaces, según publica elCaribe.

Entre la Asociación Dominicana de Turoperadores (Asotur) y Opetur hay agrupados unos 58 turoperadores que cumplen con todas las condiciones, es decir, que están “por la ley”, como se dice en el lenguaje popular. Sin embargo, hay una gran cantidad de ofertas (turoperadores) en el mercado que no cuentan con las más mínimas condiciones que deben reunir.