Dominicana prohíbe promocionar el país con nombre de Porfirio Rubirosa

El ministro de turismo Francisco Javier García, declaró que la cartera que dirige ha prohibido el  uso del nombre de Porfirio Rubirosa para promover el país como destino turístico.

Según publica el portal desahogo.com, el ministro de turismo, dispuso la creación de de una comisión para investigar todo lo relativo al montaje de la Primera Copa de Polo “Embajador Rubirosa”, celebrada en Santa Bárbara, California, EE UU.

El ministro García Fernández también desautorizó la utilización del uso del nombre de Porfirio Rubirosa para promocionar una copa de polo en la que aparece el logo del Ministerio de Turismo, en Los Ángeles y otras partes del mundo.

La comisión que investigará el caso está integrada por los viceministros Radhamés Martínez Aponte y Fausto Fernández, así como por el director de Comunicaciones y Prensa de MITUR, Napoleón de la Cruz.

“Eso es algo inaceptable. No podemos permitir que la imagen de nuestro país, como destino turístico, sea afectada por esta acción, que reprobamos”, dijo el Ministro de Turismo, en una escueta nota de prensa emitida poco después de un extenso reportaje publicado por el periódico El País titulado: “Rubirosa, un pene con pedigrí”, que llamó la atención de diversos sectores en la República Dominicana.

Porfirio Rubirosa fue un militar de la guardia del dictador Rafael Leónidas Trujllo Molina (1930-1961) y de él se enamoró perdidamente Flor de Oro, la hija del dictador, y con él la casó su papá con apenas 17 de años de edad, convirtiéndose en una de las cinco esposas que tuvo.

Trujillo lo nombró diplomático y le dio un puesto en Berlín, donde la “principesca” pareja dominicana compartió el palco de Hitler en los Juegos Olímpicos de 1936. Luego lo mandó a París, y allí, durante la II Guerra Mundial, Rubirosa se haría con un dinerito vendiendo visados dominicanos a los judíos que querían escapar del Holocausto.

Rubirosa y Flor se divorciaron, pero Trujillo siguió protegiendo a su exyerno y así comenzó la como el playboy internacional por antonomasia de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo XX. Su tercera y su cuarta esposa, las norteamericanas Doris Duke y Barbara Hutton, eran las mujeres más ricas del planeta de aquel entonces, y, entre las celebridades que compartieron su lecho, la leyenda cita a Marilyn Monroe, Ava Gardner, Rita Hayworth, Joan Crawford, Kim Novak, Judy Garland, Eva Perón, Tina Onassis y Zsa Zsa Gabor.