Dedican a Martinica la XXXII edición del Festival del Caribe
11 abril, 2012 Por Luz Marina Fornieles Deja un comentario
A la cultura y pueblo de Martinica estará dedicada la XXXII edición del Festival del Caribe, que se efectuará del tres al nueve de julio de este año en la oriental provincia de Santiago de Cuba, sede de la cita desde su creación.
Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, institución rectora del evento, explicó a la prensa que esta versión se perfila como una de las de mayor participación, pues hasta el momento se ha confirmado la presencia de delegaciones artísticas de 46 naciones.
Solo de Martinica asistirán 350 participantes, mientras que países como Argentina, México y Suriname, sobresalen por lo nutrido de sus delegaciones. En el encuentro con los medios, Vergés destacó la importancia de que a esta pequeña isla perteneciente a las Antillas Menores esté dedicado el festival, ya que fortalece la relación del evento con los territorios del Caribe francófono, de gran peso cultural en la región.
La Fiesta del Fuego, como también se le conoce a la reunión, acogerá, además, al coloquio El Caribe que nos une, espacio de reflexión teórica sobre el papel de la cultura en el desarrollo de los pueblos de este “Mare Nostrum”.
Asimismo se celebrarán las tres décadas de creada la Casa del Caribe por ese grande del pensamiento y las investigaciones sociales que fuera Joel James, del que se festejará su 70 cumpleaños. Como en ediciones anteriores, el Festival del Caribe propone sus tradicionales desfiles artísticos de las agrupaciones participantes y presentaciones músico-danzarias en más de 40 escenarios de Santiago de Cuba, que incluyen calles, parques y plazas. También se mantienen las diferentes ceremonias mágico- religiosas, exposiciones de artes plásticas, encuentros de narradores orales y el intercambio entre portadores de las distintas expresiones de la cultura popular y tradicional.
Durante una semana se podrá apreciar la permanencia de elementos originarios de África en las culturas del área, y como Martinica mantiene técnicas de la artesanía tradicional, una gastronomía única por sus condimentos, y ritmos como el zouk, fieles exponentes de su riqueza nacional.