Circuito de casas históricas de Buenos Aires

Uno de los rasgos que distinguen a la Capital argentina del resto de las grandes urbes del mundo es su variada y significativa arquitectura. Un circuito temático recorre algunos de sus edificios más emblemáticos. Se visitan casas de grandes artistas, de políticos que marcaron la historia del país y de adineradas familias porteñas.

Pasear por las callecitas de Buenos Aires (Capital argentina) y descubrir a través de la arquitectura algunos de los acontecimientos más importantes de la historia y la cultura local es una de las actividades preferidas del turismo extranjero. Los circuitos varían de acuerdo a gustos y tiempos personales, se diferencian por temáticas y descubren fachadas antiguas, patios que resguardan viejas anécdotas y objetos decorativos que marcaron el desarrollo urbanístico de la metrópolis.

La propuesta visita casas emblemáticas y busca que el viajero disfrute desde una óptica diferente el encanto de los típicos barrios porteños como La Boca, San Telmo, Belgrano, Retiro, Almagro y el Abasto. El paseo conjuga además la visita a bares y museos, así como la participación en milongas tangueras y tours de compras. Dentro del itinerario hay edificaciones que pertenecieron a grandes personalidades artísticas, así como también políticos que marcaron la historia del país y adineradas familias porteñas.

Palacetes que embellecen Buenos Aires

Una de las opciones recomendadas para comenzar el circuito de casas históricas por la Ciudad de Buenos Aires es visitar los grandes palacetes que a finales del siglo XIX fueron construidos por integrantes de la alta sociedad porteña al mejor estilo europeo.

El Palacio Paz, situado frente a plaza San Martín en Retiro, es uno de los más destacados de la urbe por su gran parecido a los castillos franceses. El edificio pertenece actualmente al Círculo Militar y fue diseñado por Luis-Marie Henri Sortais por encargo de José C. Paz, quien falleciera dos años antes de su inauguración. La construcción se extendió desde 1902 a 1914 y tiene una superficie total cubierta de 12 mil metros cuadrados, entre la Gran Galería de Honor y el Salón de Baile.

A escasos metros, otra de las casonas históricas de Buenos Aires es el Palacio San Martín, encargado a principios del siglo XX por la familia Anchorena al arquitecto Alejandro Christophersen. Inspirado en el “clasicismo belle époque”, conserva en perfecto estado las tres originales residencias unidas a través de un Patio de Honor y funciona hoy como sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Es Monumento Histórico Nacional y exhibe obras de artistas como Berni y Spilimbergo. Las visitas se realizan martes y miércoles a las 11, y miércoles y jueves a las 14.30.

Finalmente, la tercera visita de glamour es al Palacio Errázuriz Alvear (Avenida del Libertador al 1900), donde actualmente funciona el Museo Nacional de Arte Decorativo. Se trata de una antigua residencia de estilo neoclásico francés, construida entre 1911 y 1917, a pedido de otra de las acaudaladas familias porteñas. En su interior, se conservan más de 4 mil objetos, entre esculturas romanas, creaciones artesanales de platería contemporánea, esculturas y pinturas. El edificio fue proyectado por el arquitecto francés René Sergent y fue declarado Monumento Histórico Artístico.

Casas de personajes históricos

El circuito de casas históricas se traslada posteriormente a los edificios en los que nacieron, vivieron y hasta murieron algunos de los personajes políticos y sociales más importantes de la Argentina.

En pleno microcentro porteño, una de las tradicionales casonas es la de Bartolomé Mitre (San Martín 336), hoy convertida en Museo, con once salas en las que se exponen muebles y objetos personales de la familia que residió allí entre 1860 y 1906. En este caso, es una de las pocas construcciones de Buenos Aires que conserva su fachada colonial de finales del siglo XVIII. Inicialmente, la casa fue alquilada por quien fuera Presidente de la Argentina en 1862 y tras su muerte el Estado Nacional decidió comprarla y declararla Monumento Histórico. Las visitas se realizan de lunes a viernes de 13 a 17.30.

Otra de las casas emblemáticas porteñas es la del maestro Domingo Faustino Sarmiento, en la que actualmente funciona la Casa de San Juan. Es la vivienda en la que uno de los primeros presidentes de la Argentina habitara entre 1875 y 1888 poco tiempo después de su mandato, junto a su hermana e hijos. Fue su única propiedad formal y en ella escribió durante su vejez muchos artículos y ensayos. El Estado compró la construcción de estilo italianizante en 1947 y fue declarada Monumento Histórico Nacional.

En pleno barrio de La Boca otra de las visitas imperdibles es la Casa Amarillla (Almirante Brown 401), una réplica de la vivienda donde habitó el almirante Brown, un famoso marino irlandés creador de la primera flota naval de la Argentina. En el lugar funciona hoy el Instituto histórico de Estudios Navales, lindero a uno de los clubes de fútbol más famosos del país.

En el vecino barrio de San Telmo otras opciones son la Casa del Virrey Liniers (Venezuela 400), construida en el siglo XIX y conservada bajo estilo colonial; y la Ex Casa de la Virreina (Perú 381), un solar levantado en 1782, el cual se posicionó durante mucho tiempo como una de las mansiones más lujosas de la Ciudad.

Muy cerca, en el barrio de Monserrat, otra de las casonas de personajes históricos es la de María Josefa Ezcurra (Alsina 463), cuñada de Juan Manuel de Rosas, uno de los gobernadores de Buenos Aires y presidente de la Argentina. La edificación data de 1836, tiene influencias del renacimiento italiano y se ubicó como un importante centro de reuniones políticas.

El itinerario continúa por Defensa, entre Moreno y Belgrano, donde se erige una construcción de tipo colonial que perteneció a Bernardino Rivadavia, el primer presidente argentino. La casa data de 1780.

Las viviendas de los artistas

El paseo temático por las casas emblemáticas de Buenos Aires continúa por diversas viviendas que pertenecieron a grandes artistas de la música, la plástica y la escritura.

Una de las más importantes es la casa del pintor Juan Carlos Castagnino, el autor de una serie de ilustraciones que se realizaron para el Martín Fierro, de José Hernández. La vivienda data de finales del siglo XVIII y exhibe en su interior una galería de arte con una sala reservada para el dibujante. Allí, por las noches funciona también una especie de café concert.

Otra de las visitas imperdibles es la casa del poeta Esteban de Luca, erigida a principios del siglo XVIII en el cruce de Carlos Calvo y Defensa, donde el espacio que fuera escenario de numerosas reuniones de patriotas previo a la Revolución de Mayo fue transformado en restaurante.

En México al 500 también se visita la Casa de José Hernández, el autor del Martín Fierro, una típica construcción del siglo XIX en la que actualmente funciona la Sociedad Argentina de Escritores.

En el ámbito de la música, la primera visita llega hasta la Casa de Carlos Gardel (Juan Jaures 735), la voz del tango argentino, en el barrio del Abasto. Allí, funciona hoy un museo que rescata y conserva los bienes del patrimonio cultural ciudadano y la obra completa del Zorzal. Las visitas se realizan de 11 a 18 los días de semana y de 10 a 19 sábados, domingos y feriados.

Las otras dos casas tangueras están en el barrio de Almagro y son la de Osvaldo Pugliese (Scalabrini Ortiz 392), donde el pianista, director de orquesta y compositor iniciara sus primeros pasos musicales; y la de Aníbal Troilo (Cabrera 2937), uno de los grandes bandoneonistas del tango.

Emblemas de la Ciudad

El tramo final del recorrido temático incluye una serie de viviendas que por diversos motivos se convirtieron en un emblema de la Ciudad de Buenos Aires.

Una de las primeras casas es el Museo de Ana Frank (Superí 2647), en el barrio de Belgrano, una réplica de la vivienda original donde la joven judía debió esconderse durante varios años en un altillo de Amsterdam para evitar ser llevada a un campo de concentración nazi. La exposición es un símbolo de la Shoá y abre de martes a sábados de 14 a 19.

Y otra de las imperdibles es la Casa Mínima (Pasaje San Lorenzo 38), una antigua edificación del siglo XIX, que mide apenas 2,5 metros de ancho y unos 13 de profundidad. Si bien escépticos historiadores indican que es sólo un espacio residual producto de las constantes modificaciones que sufrió la manzana, los más idealistas insisten en que fue entregada por una adinerada familia de la zona a un descendiente africano, luego de la abolición de la esclavitud.

Datos útiles

Para movilizarse dentro de la Ciudad existe un completo sistema de transporte: taxis y remises, seis líneas de metro, más de cien líneas de colectivos y trenes interurbanos.

Los alojamientos de primera categoría cuestan entre U$S 170 y 460; hay hoteles tres estrellas alrededor de los U$S 100, y alternativas más económicas con tarifas entre U$S 36 y 45.

Buenos Aires posee 175 salas de teatro, 189 cines y 3.500 restaurantes.