La tensión se eleva en el seno de Iberia tras el despido de un piloto

La mayor aerolínea española, Iberia, integrante del ‘holding’ IAG que es el consorcio con mayor tráfico entre Europa y Latinoamérica, vive sus horas más tensas a poco del primer despegue de su low cost, iniciativa que cuenta con el rechazo de la mayoría de trabajadores.

Han sido los pilotos de Iberia los que han liderado las protestas contra la Iberia Express, que está previsto que comience operaciones este 25 de marzo. El sindicato español de pilotos Sepla se opone frontalmente a esta medida, ya que sospechan que acarreará numerosos despidos.

Los pilotos de Iberia iniciaron el pasado diciembre una huelga para mostrar su rechazo a la low cost para el corto y medio radio que proyecta la mayor compañía española, y la protesta podría alargarse hasta el próximo verano, según han declarado recientemente portavoces del Sepla.

La tensión entre la dirección y los representantes de los trabajadores ha ido en aumento esta semana, a medida que se acerca el primer despegue de Iberia Express, y tras presentar unas cuentas IAG en las que Iberia perdía más de US$ 80 millones y British Airways ganaba más d US$ 700 millones.

La fusión entre Iberia y British se estipuló entonces con un reparto de un 45 por ciento del capital de IAG para la española y un 55 por ciento para la británica. En aquel momento, British tenía graves problemas con el fondo de pensiones de sus empleados, mientras Iberia gozaba de unos US$ 2,500 millones en tesorería.

Los pilotos de Iberia denuncian que ese dinero ha servido para que British Airways renovase su flota, mientras Iberia quedaba devaluada, operando las rutas transatlánticas en Airbus A340 cuatrimotores, que consumen un tercio más que los bimotores A330.

La dirección de Iberia disparó la tensión tras despedir esta semana a un piloto, que según el Sepla se limitó a cumplir la legalidad vigente en cuanto a horas de descanso. El despido se produjo tras presentar resultados IAG, que disparó el nerviosismo entre la compañía.