Chapur hijo logra apiñar a los hoteleros tras enrabietarlos

Las relaciones de los hoteleros con el Mitur transcurrían con cierta calma desde la última tormenta de finales del año pasado por culpa de las torres. Ni siquiera en Fitur la sangre llegó al río y en una reunión mantenida en el hotel Villamagna de Madrid se acordó abrir un periodo de impasse hasta buscar una solución satisfactoria, y siempre con el diálogo como argumento básico para encontrar el posible y deseado acuerdo.

Pero unas declaraciones a todas luces intempestivas del inversor Chapur de Moon Palace contra los hoteleros dominicanos han conseguido enrarecer de nuevo el ambiente entre el Ministerio y el sector turístico. Unas manifestaciones con cierto tufo incendiario que ha causado un gran malestar y que ha servido además para unir aún más a los empresarios nativos y extranjeros de la industria turística de nuestro país.

Este Chapur que nada tiene que ver con el de Hard Rock por mucho que sea su sobrino y que es un joven bastante impulsivo, ha metido en un buen merecumbé al ministro García, siempre proclive al diálogo y con buena empatía con la mayoría de los hoteleros extranjeros y locales. Desconocedor de la idiosincrasia dominicana, Chapur ha derrumbado el muro de la concordia construido con sutileza y saber hacer.

Hace unos tres meses una delegación de importantes inversores hoteleros extranjeros se entrevistó con el ministro Francisco Javier García y al final de la reunión se abogó por acudir siempre al diálogo entre ambas partes para abordar los problemas de las torres y no guerrear desde los medios. Sin embargo, Chapur ha usado a los medios para sus diatribas contra la postura de sus colegas, en contra de lo preconizado por FJG.

Al Chapur altivo lo asesora una empresa muy profesional y nada amante de los conflictos como es Llorente & Cuenca, por lo que sorprende que le haya permitido arremeter contra los hoteleros implantados en el país. Este empresario mexicano no ha calibrado bien la fortaleza de sus contrincantes y yerra si piensa que está controlando o va a controlar a unos medios siempre abiertos a bandos enfrentados.