Polémico muro en hotel de Barahona

Las construcciones, restauraciones o modificaciones de un inmueble hotelero son acciones que siempre son bien vistas y bienvenidas, claro, siempre y cuando sea a favor del sector y si no atentan contra los recursos naturales del país.

Es un tema tanto polémico, sí, y más si en una de las referidas funciones hay varios sectores involucrados, tanto a favor como en contra. Y justo esto lo que está pasando tras la colocación de una verja que, según, ordenó levantar el ministro de Obras Públicas (MOPC), Gonzalo Castillo, en la proximidad del “Mirador Turístico” de Barahona.

El muro, pared o verja, como han denominado, ha sido tema de conversación en las redes sociales desde que se dio a conocer la información y todo por las reacciones de oposición y de aprobación, tanto de los pobladores de la zona, como del ministro de Obras Públicas y el Ministerio de Medio Ambiente.

Al principio algunos munícipes pidieron a Castillo detener el muro, ya que consideran que  dicha construcción busca privatizar los espacios públicos, ósea, que en cierto modo, la pared limita la vista a la playa.

Comunitarios han indicado que de no acceder a su petición, saldrán a las calles en vigilias hasta que el ministro ordene la paralización de la obra, porque según dicen, la pared que forma parte de un complejo privado de Castillo, atenta contra los atractivos turísticos de Barahona.

Luego de esto, otra parte de la comunidad, específicamente residentes en la localidad de la Ciénaga en Barahona, han defendido la construcción de la pared que levanta la compañía Investiment Group en los terrenos del antiguo Hotel Bahoruco Beach Resort, propiedad del funcionario.

Estos, que sí apoyan la edificación de la pared, indicaron que el proyecto que se llamará “Perla del Sur” no afecta la visibilidad hacia el mar porque no ha rebasado el límite establecido pese a que la pared tiene unos tres metros de altura y prácticamente 700 lineales.

Para buscar un intermedio en este tema, Francisco Domínguez Brito, ministro de Medio Ambiente, explicó que la referida pared tiene una distancia aproximada de 130 metros del mar, por lo que no se está violando la ley y además la construcción de la misma cuenta con los permisos necesarios.

Ya con sus declaraciones, es más que suficiente para acabar con el polémico tema, pero aún así Domínguez Brito prefiere especificar otras cualidades de la pared, como que es una modificación en una carretera secundaria con poco paso peatonal, por lo que la pared no estaría limitando nada, en cierta forma.

Se supone que con estas especificaciones todo quedaría ahí, pero para ponerle la fresa al helado, el ministro de Obras Públicas tenía que dar su versión de la situación y explicó que adquirió el hotel Bahoruco legalmente, lo compró en 54 millones de pesos al Banco de Reservas y que la pared, objeto de discusiones, no tiene como finalidad afectar en nada a esa comunidad ni el traslado de los lugareños.

El funcionario se defiende y dice desconocer otras informaciones que han surgido en cuanto al tema, por lo que hasta el momento las aguas están calmadas y las partes involucradas están a la expectativa de los próximos pasos que son los que determinaran el bance o paralización de la pared.