TripAdvisor demuestra en Punta Cana-Bávaro su falta de rigor

El ranking hotelero de TripAdvisor en la zona de Punta Cana-Bávaro pone en evidencia la falta de rigor, de credibilidad– en definitiva, de fiabilidad– de este medidor. TripAdvisor cambia las posiciones de los hoteles de su ranking de un día para otro, como si los establecimientos ofrecieran un día sí y otro no un buen o un mal servicio.

Además, siguen llamando a los gestores de los hoteles ofreciéndoles lugares de privilegio en su ranking a cambio de importantes sumas de dinero. Esta práctica chantajista y sinvergonzona es común en muchas zonas turísticas vacacionales de todo el mundo y ha sido objeto de denuncias por parte de distintos organismos oficiales.

Casos como los vividos por establecimientos tan acreditados como son el Grand Iberostar Bávaro y el Edén Roc y Tortuga Bay demuestran que en nada es fiable esta herramienta. El de Iberostar aparece en primera posición durante un tiempo y en otro pasa a ocupar un lugar nada acorde con su acreditada categoría y su gran rendimiento.

Durante meses, Edén Roc y Tortuga Bay, esas dos joyas de hoteles boutique, ocuparon lo más alto del listado premium de los hoteles de la zona. De pronto desaparecieron de posiciones destacadísimas por comentarios que en algunos casos no han sido depurados o porque no aceptaron las ofertas comerciales del medidor.

Al mejor hotel de la cadena de la familia Fluxá lo castigaron– penalizaron, según su jerga– hasta la posición 50 por supuesto mal uso de comentarios favorables, que atribuyen a empleados de la casa. Si es así, ¿por qué la multa, la condena, solo dura unos días y no más tiempo? Esto es tan poco serio que suena a cachondeo.

La cadena más rentable de las vacacionales existentes en el mundo, Riu, no hace el menor caso a TripAdvisor. Sus hoteles no aparecen en el polémico y nada riguroso ranking. Ni los de República Dominicana ni los de Cancún ni los de las zonas más representativas de España. El beneficio de Riu es de unos 500 millones de dólares.

No solo Riu le ha perdido el respeto– más bien habría que decir el temor– a TripAdvisor. Otras cadenas de tamaño mediano tampoco hacen caso a un ranking de comentarios incontrolados, al igual que hoteles independientes. Pero han sido precisamente los hoteleros los que por miedo, sobre todo, han convertido en un monstruo a este medidor. Un monstruo y una máquina de ganar muchísimos millones.

Los restauradores nunca tuvieron en consideración a TripAdvisor. Han denunciado sus malas prácticas, su escaso rigor y, en ocasiones, su extorsión. La «biblia» para ellos es la Guía Michelin. El control de ésta, realizado por profesionales y expertos muy curtidos, nada tiene que ver con el de la herramienta multimillonaria americana.

Hay vida fuera de TripAdvisor. Riu es el ejemplo. El Grand Iberostar ni perdió ocupación ni prestigio los días que no estuvo arriba. Edén Roc y Tortuga Bay siguen siendo los mismos aunque ahora no estén en la cumbre. Esta es ficticia, irreal y perversa. Y pronto habrá medidores más fiables. Al tiempo. Mientras tanto, a pasar por el tubo.