Hillary habría sido una bendición para el turismo dominicano

De haber ganado Hillary Clinton las elecciones de los Estado Unidos, RD se habría visto muy beneficiada por dos motivos claves: primero, porque es una enamorada del país, visitante asidua con su esposo Bill de la zona Este y amiga personal de los Rainieri; y segundo, porque el vencedor Trump sigue enemistado con los propietarios e impulsores de Cap Cana, con quienes mantiene un litigio sin visos de arreglo hasta ahora.

Ello no quiere decir, ni mucho menos, que el turismo USA vaya a descender en República Dominicana, del que es su primer mercado y del que con toda seguridad lo seguirá siendo también por dos razones esenciales: porque ambos países mantienen estrechas relaciones, mucho más cordiales de las que pueda transmitir el embajador norteamericano, y porque los litigios políticos los mantiene Trump con Cuba y México.

Está claro que con los Clinton en la Casa Blanca y ejerciendo como turistas frecuentes de Punta Cana y La Romana, la imagen de RD se hubiese fortalecido aún más en un mercado que es fundamental para el país y cuyo segmento de gama alta ha ido descendiendo un tanto en los últimos meses. Pero la clave está, con Trump y sin Hillary, en seguir ofreciendo una relación calidad-precio de interés para los turistas norteamericanos.

El problema personal de una de las empresas de Trump, que reclama una suma multimillonaria, es con una empresa familiar dominicana concreta y no con un país que históricamente ha mantenido una relación bilateral más que estrecha en todos los sentidos con una nación tan poderosa como amiga. El nuevo presidente no mezclará sus asuntos privados porque en USA el sistema no lo permite.