Fórmula 1 y turismo

Argentina se ha posicionado para acoger desde el año que viene el gran circo de la Fórmula 1, un evento codiciado por muchos destinos y caro de organizar pero que a priori supone una gran promoción del destino que lo acoge.

Digo a priori porque la inversión para acoger dicho evento es muy importante, por no hablar de la molestia que supone para los ciudadanos si como se pretende el circuito del Gran Premio es urbano.

La experiencia de este tipo de grandes premios es muy positiva para lugares como Mónaco, un destino de lujo al que se le ajusta perfectamente el glamour que trae consigo la Fórmula 1.

Sin embargo, la experiencia de otros destinos no ha sido tan satisfactoria, caso del Gran Premio de Valencia (España) que no ha dejado beneficios a la ciudad, todo lo contrario, ya que se ha tenido que rescatar a la empresa privada que gestionaba el evento a coste de las arcas públicas.

Es por ello que la apuesta argentina por este espectáculo entraña riesgos y si de promoción se trata quizás la millonaria inversión en Fórmula 1 podría mejorar el marketing y las infraestructuras de numerosos destinos del país. En marketing, Argentina está muy por detrás de otros destinos como Brasil, México o República Dominicana y jugárselo todo a la carta de la Fórmula 1 no asegura nada.