“Para tener éxito en República Dominicana lo único que hay que hacer es tener ganas de trabajar”

Juan Manuel Martín de Oliva, llega desde España a República Dominicana el 9 de marzo de 1998, como parte de un equipo de ejecutivos del banco español Bancaja, quienes firmaron un acuerdo de colaboración con el Banco Popular dominicano para manejar las cuentas del sector hotelero.

“Cuatro años más tarde, me di cuenta que en República Dominicana había encontrado un hogar, había encontrado muchísimos amigos, había encontrado un banco como el Popular que es mucho más que un banco, no solamente un banco es una familia que te acoge en la que te sientes bien, en la que puedes progresar. Y todo eso unido, me llevó a tomar la decisión de quedarme ya definitivamente a trabajar en el país”, afirmó Martín de Oliva.

Para el ejecutivo, República Dominicana posee una calidad de vida humana excepcional, que complementa muy bien el trabajo y la vida misma, algo por lo que se siente afortunado y resalta la palabra de un filosofo que decía “si tú tienes pasión por lo que haces y te gusta nunca más en tu vida vas a tener que trabajar”.

Banco Popular es justamente eso, declara que ir a trabajar al banco le da una ilusión tremenda, “encontrarme con mi equipo, con mis empleados y para mí no es un trabajo para mi es una pasión que disfruto día a día” y hace énfasis en el cuestionamiento de un amigo quien le dijo “entonces tú te quieres morir en Dominicana” a lo que él respondió “no, yo quiero vivir en República Dominicana”.

Cuenta que una vez tomada la decisión de quedarse, se reúne con el vicepresidente ejecutivo del Banco Popular y le plantea la posibilidad de quedarse a trabajar en el banco, recibiendo la aprobación del ejecutivo logrando una sinergia de trabajo en la que “ellos aprovechan lo bueno que yo podía traer de España y yo aprovecho lo muy bueno que me podría encontrar aquí, y ese entendimiento entre ambas partes ha hecho que entienda que yo le podido dar al Banco Popular lo mismo que me ha podido dar a mí, y hemos encontrado un validaje perfecto”, declaró.

En República Dominicana, Juan Manuel Martín de Oliva ha encontrado a su esposa, a quien describe como “una mujer extraordinaria con un ímpetu, con una bondad, con una pasión por su trabajo por su vida, por su familia, fuera de lo común y repito, soy un hombre afortunado en todos los segmentos de mi vida”.

De España no extraña nada, porque gracias a sus viajes visita con frecuencia a los suyos, sus hijos mayores, los cuales también vienen a visitarle al país continuamente y apunta en tono jocoso que aquí puede encontrar el mismo jamón y el mismo vino.

“Esta es mi casa, yo venía un día manejando desde Bávaro hacia Santo Domingo y estaba oyendo en la radio un programa sobre los inmigrantes y después de muchos años oyendo ese programa y meditando digo, ¡wow pero si yo soy un inmigrante!, algo que ni desde el primer día la gente dominicana me había hecho sentir, porque yo desde el primer día he sido acogido aquí en el banco y en República Dominicana como si yo fuera uno más, como si hubiera nacido aquí y así me he sentido y así lo he apreciado”, indicó.

Desde el punto de vista personal, Martín de Oliva entiende que en el país el turismo para cualquier persona que quiere iniciar su trabajo, para cualquier joven que quiera empezar, para cualquier empresario que quiera venir e invertir, es un sector repleto de oportunidades.

“Para tener éxito aquí lo único que hay que hacer es tener ganas de trabajar y hacerlo bien y trabajar a futuro, a largo plazo, aquí tenemos ejemplos de muchísimos empresarios dominicanos que así lo han demostrado, que poco a poco y con tesón han conseguido crear grandes empresas,  empresas familiares, y esto es un gran lugar ya fuera del tema empresarial donde la gente joven puede encontrar un nicho de trabajo y que puede ayudar a ser crecer este país mucho más de lo que ya lo está haciendo” resaltó.

Para concluir, al ser cuestionado por arecoa.com, sobre los niveles de competitividad en comparación a Cancún, Cuba y otros destinos, agregó  “comparado con los países de la zona creo que el empresario que a  la hora de poner su inversión y empezar a hacerla en el Caribe han visitado todos esos países y han venido a República Dominicana y definitivamente la conjunción de idioma, capacidad de la gente, carácter de la gente, clima, situación geográfica, etc., te permiten la proximidad del gobierno a los ciudadanos a los inversores, te permite sentir que República Dominicana es un sitio único para vivir y así lo han hecho,  por eso hacen sus inversiones aquí”.