Generales sin tropas
5 diciembre, 2011
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El avance del turismo dominicano ha traído consigo nuevos cambios en la oferta académica que ofrecen las universidades del país. La diversidad que aborda el área de la hotelería y el turismo es un tema que no puede seguir siendo ignorando por el sistema educativo dominicano. A juicio del sector hotelero local, hasta este momento las universidades sólo se han enfocado en formar profesionales para los puestos gerenciales, por lo que según indican, la industria turística cuenta con «muchos generales y poca tropa»…
El avance del turismo dominicano ha traído consigo nuevos cambios en la oferta académica que ofrecen las universidades del país. La diversidad que aborda el área de la hotelería y el turismo es un tema que no puede seguir siendo ignorando por el sistema educativo dominicano. A juicio del sector hotelero local, hasta este momento las universidades sólo se han enfocado en formar profesionales para los puestos gerenciales, por lo que según indican, la industria turística cuenta con «muchos generales y poca tropa».
Según las consideraciones del presidente del Grupo Punta Cana, Frank Rainieri, una de las principales deficiencias de los egresados de las escuelas de turismo es la falta de dominio de idiomas, en especial del inglés, a pesar de que el 99% de los turistas que visitan el país no habla español. Esta triste realidad debe ser atendida en el menor tiempo posible por las instituciones académicas del país que ofertan la carrera de hotelería y turismo.
Prolongar el tiempo de las pasantías de los estudiantes en los hoteles del país, constituye otro de los aspectos señalados por el sector hotelero dominicano, con la finalidad de que los estudiantes puedan conocer totalmente el trabajo que se realiza en esa industria.
La hotelería no sólo necesita gerentes preparados, sino que también se debe aumentar la oferta académica para la formación de chefs, personal de recepción, camareros, camaristas, además de mecánicos, electricistas y plomeros preparados para trabajar en hoteles. Esta sería precisamente la valiosa «tropa» que demanda la industria turística.
