Parecer de Thomas Cook

Si bien es cierto que la industria turística dominicana ha logrado avanzar en los últimos años en la recepción de visitantes, en el fortalecimiento de su oferta y la calidad de sus servicios, no es menos cierto que este país caribeño tiene aún muchos temas pendientes que superar para su consolidación en la región del Caribe. La promoción de los destinos de aventura, infraestructura vial y seguridad son algunos de los aspectos que debe mejorar el país para continuar desarrollando su valiosa industria sin chimeneas.

En la II Cumbre de Turismo Europeo, Georges Esteves, Manager de Área del mercado francés para República Dominicana, Cuba y México de Thomas Cook y Roland Junker, Manager Senior para el mercado de África, Caribe y Latinoamérica, puntualizaron que el principal obstáculo que enfrenta el turismo dominicano es el alto costo de los tickets aéreos que equivale al 70% del costo de los paquetes turísticos que venden. Esto hace sin duda alguna que la competitividad de República Dominicana se vea directamente afectada frente a sus competidores caribeños.

El precio del combustible de avión y los impuestos se han convertido en las principales trabas de la industria turística dominicana, y de todo el Caribe de forma general. Todo esto hace que mantener el flujo turístico encierre una labor titánica, la cual amerita de un esfuerzo de constante innovación y diversificación del producto que se oferta.

De acuerdo con los representantes de Thomas Cook, uno de los principales mayoristas de Europa, el transporte público de República Dominicana también atraviesa por una preocupante realidad, ya que en muchos casos no se respetan las señales de tránsito y esto crea inseguridad para el visitante.

Los turistas generalmente provienen de países en donde se respetan al pie de la letra las normas de tránsito, por lo que se hace indispensable cambiar de una vez por todas el alarmante panorama que rodea el transporte público, con el fin de mantener fuera de peligro la vida de los ciudadanos y visitantes.

Esperamos que este diagnostico de Thomas Cook sirva para hacernos reflexionar.